+++++ Esta es una crítica, osea mis opiniones y pensamientos, después de leer "Los cuatro acuerdos" del Dr. Miguel Ruiz.
El libro llego de manos de mi cuñada, traté de leerlo un par de vecez y he de confesar que perdí el interés hasta que un día mi mamá, mi hermano y mi cuñada, me platicaron un poco de lo que trata y me recomendaron demasiado que lo leyera. Para aquel que no lo sabe, creo firmemente que nuestra única meta en el mundo es ser felices, he pasado días enteros pensando en la felicidad y como lograrla y ya que el libro trata de este tema, me decidí a leerlo. Con las nuevas motivaciones, lo leí todo, de una sola vez.
Lo que busco en un libro, como en todas las demas cosas, es el poder de hacerme sentir. A medida que leía, sentía, cosas muy distintas.
En las primeras hojas me encontre con una premisa que el autor proclama: "la felicidad es una desición". Lo sé. Después de años, en algún punto yo me encontre con la misma verdad.
Cabe mencionar que este es un libro a modo de guía para ser feliz, en solo cuatro pasos, difíciles o no, cuatro. Partiendo de que desde que nacemos hemos venido haciendo acuerdos con el mundo en el que vivimos, entiéndase por acuerdo todo aquello que creemos normal, el autor propone romperlos todos mediante la adopción de cuatro acuerdos, distintos. Los cuales describiré.
Primer aucerdo: Sé impecable con tus palabras.
El poder más grande que tenemos es el de palabra, a través de ellas creamos. En la medida en que seamos impecables en nuestras palabras, estaremos creando cosas buenas, positivas. Segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente.
Muy aparte de seres que viven dentro de una sociedad con normas, cada uno tenemos nuestros propios critérios; de modo que lo que uno hace no es proporcional, equivalente o aplicable al otro. Esto hasta en el punto más crítico. Entonces, nada de lo que hagas, de lo que me hagas o hagas a los demás, tiene que ver conmigo, porque yo sigo mis criterios y tu los tuyos. Tercer acuerdo: No hagas suposiciones.
De la misma manera que tus acciones o criterios no pesan sobre mi, lo que yo piense de ti carece de fundamento, básicamente porque tu eres tu y yo soy yo, yo pienso por mi y no por ti, así que no puedo suponer algo sobre que ti, si este algo sale de mis pensamientos. Cuarto acuerdo: Haz siempre tu mejor esfuerzo.
De modo que si fallas, tendras la certeza de que hiciste todo lo que pudiste y si es así no te preocupara empezar de cero. Se supone que esos cuatro acuerdos te llevarán a la felicidad. Los acuerdos son buenos, ciertos y funcionarían, en un mundo ideal. Este mundo no es ideal. Lo he pensado demasiado. Mi crítica: un libro bien intecionado pero por mucho, irreal. Si todos, por lo menos la mayoría, decidiéramos romper los viejos acuerdos y adoptar estos cuatro nuevos, si la mayoría lo hiciéramos, funcionaría. Pero no lo vamos a hacer. Tenemos que aceptarlo, no se puede cambiar al mundo, simplemente no se puede. Al principio de mi lucha, pensé que era posible, pronto me di cuenta que debía bajar mis criterios. Comencé a enfocar mi lucha a las personas alrededor de mi, me di cuenta que eso tampoco era posible. Concluí que una lucha de este tipo debe ser personal. Enfoqué mi lucha, en mi. Tengo la capacidad de pensar, de creer, de analizar, de priorizar y tengo poder de cambio, pero solo funciona sobre mi. A fin de cuentas, por más que quiera, no puedo ayudarte. Lo único que me queda es cambiar, y esperar que tal vez algún día me uses de inspiración y empredas tu muy personal, lucha. Creo que nadie puede decirte como ser feliz. Mucho menos cuando implica olvidar todo lo que conoces. Vivimos y somos una sociedad; dejarla y encontrar la felicidad en lo propio en la privacidad que nos hace libres, es egoísta y mayormente es difícil. La felicidad no es egoísta, mucho menos difícil. Ser feliz es fácil, como el mismo autor lo dijo, basta con decidirlo. El truco está, como siempre, en el equilibrio. En ese renunciar al mundo y aceptar que el mundo es así. En ese "agree to disagree". Aprender que es como un matrimonio entre tus reglas y las mías. Ser feliz por el simple placer de vivir y estar aquí. Y como si fuera un músculo involuntario pero vital, a cada paso decidir ser feliz. Aunque he de aclarar, cada quien habla por como le ha ido en la feria.
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