lunes, septiembre 22, 2008

+++++Tarde, es muy tarde. O bien, temprano, es muy temprano.
+++++Sentada a la mesa, participando silenciosamente de lo que sucedía, se sentía inmesamente triste. Miraba la luna, pensaba que era mágica, pensaba que muchas personas compartían esa vista con ella. Volvía la mirada a la mesa y su tristeza cobraba fuerza. La sentía en los huesos, le llegaba profundo y entre más territorio ganaba más se percataba de aquel coraje que despertaba, que corría de arriba a abajo y volvía una vez más.
En la mesa, su madre sentada a su izquierda y después sus hermanos y hermanas, conviviendo, todos, menos ella.
Su madre, su propia madre le había negado su familia. Desde pequeña la había apartado de los demás, como un animal aleja a las malas crías para concentrarse en las sanas. Pero ella no estaba enferma, ni eran animales. Pero su madre la aparto. Los demás crecieron como toda familia, menos ella. Estaba dentro pero no era parte de esa dinámica.
Las bromas saltaban de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, todas pasaban frente a ella, pero ninguna se detenía a verla.
Era su madre, eran sus hermanos, sus hermanas; pero algo sucedía y ella no era parte. Esa no era su familia, no tenía familia.
Creció así, creyendo que era normal. Pronto fué capaz de ver, que solo le sucedía a ella. Pero no entendía, por qué su madre le había hecho eso.
Y mientras a ella, en esa mesa, en medio de aquella fiesta, se la tragaba su enorme infelicidad.
Había crecido junto a aquellas personas, pero no era capaz de llamarles por sus nombres, de tocarlos, de mirarlos a los ojos. Pero había aprendido, casi de manera incosciente como seguir viviendo, ahí.
Terminó su cena, tomó su plato y sus cubiertos, los dejó en la cocina y sin decir nada más se fue a su recamaara, sin prender la luz se dejó caer sobre la cama. La luz que entraba por los bordes de la puerta iluminaba suavemente su rostro. Se dió vuelta evitar que sus lágrimas brillaran con aquel pedazo de luz. Cerró los ojos y tranquilamente intentó pensar en otra cosa. Trataba de crear ruidos en su mente, cualquier cosa era mejor que escuchar a la familia que convivia en el comedor.
Finalmente se quedó dormida. Nadie pregunto por ella, nadie se percató de su ausencia; sin embargo ella no puedo hacer nada cuando se vió sentada a la mesa, entre esas personas, en su sueño. Dentro de esa nube de realidad y pensamiento, repitió la acción, la paciente huída, intentó dormir dentro de su sueño, tan solo para entrar en uno nuevo, igual.
+++++Minicuento:
Era una hoja de 2, 4, 6, 7 pedazos, la que dejó caer con 2, 3, 5 letras, su extrña forma de decir que se iba. 1, 2 palabras para hacerte regresar, 6, 8, 10 veces más.

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