+++++Hay cosas que no puedes dejarle al destino+++++

+++++No creas que espero cosas de ti, aunque no esperando, espero. Tiempo al tiempo, siempre lo he dicho, tiempo al tiempo, mucho tiempo. Tanto que tal vez te tenga una sorpresa guardada o tal vez termines por olvidar lo que esperabas.
Pero tiempo al tiempo.
Por eso, no creas que espero cosas de ti, porque confió en el tiempo, confió en que te traerá de vuelta a mi y por eso no esperando, espero; y si no te trae, tiempo al tiempo y tu recuerdo se borrará sin rastro y por eso no esperando, espero.
Una cosa o la otra, que aunque un mundo las separe, al final del dia tan convincente una tanto como la otra.

+++++Con los pies en la arena y el mar al frente, no pude evitar pensar, que del otro lado...... donde termina ese mar, existen mundos diferentes y en cada uno, existe una oportunidad de vida para mi. Un largo camino por recorrer, no solo en longitud sino en tiempo. A cada paso una nueva imagen, un nuevo respiro, un pie adelantando al otro, kilometros de vida, paradas ocasionales. Y cuando los pies ya no den para más y el alma se encuentre de nuevo agotada; media vuelta y de regreso a este lado del mar. Caminaré en reversa sobre mis huellas, sin desilución ni derrota, porque recorrí un largo camino, lleno de experiencias, aprendizajes y sobretodo, lleno de oportunidades de ser feliz.

Y me pregunto, si del otro lado, donde termina....o comienza este mar, hay alguien parado mirando hacia este lado, pensando.

+++++A veces quiero estar lejos. No significa que quiera huir, no es huir. Es querer estar lejos. Aunque para alejarse sea necesario querer huir, porqué de que otra manera una persona decidiría dejarlo todo. Pero no es que quiera huir, aunque si quiero; es solo que quiero estar lejos y si eso implica huir, que así sea. Pero es estar lejos lo que quiero, el huír es solo un requisito.

+++++Esa de arriba soy yo. Con una gran sonrisa ((considerando que soy de boca chiquita)) y el cabello despeinado, completamente yo.

Mi nombre es Marcela Mireles Ramirez, tengo 22 años y me considero una persona extremada y absurdamente feliz.
Mi pasado se puede dividir en 2, el que recuerdo y el que recuerdo vagamente. Mi presente, muy por el contrario, se puede dividir en aproxidamente 15 pedazos y mi futuro, eso esta por verse.

Soy católica por razones que he ido perdiendo, pero si hay algo que me maravilla son las personas que verdaderamente creen ((lo cual aplica a otras religiones)) y el poder de una fe de ese tipo.

Me encantan los animales. Quisiera tener un elefante, una jirafa, un oso polar y una jauría de "crazy chihuahuas". Soy una soñadora sin remedio. Química de profesión. Artista por elección. Psicologa por añadidura.

Me gusta el café, el té y las hojas verdes para comer. Me gusta el azúcar y los postres habidos y por haber. Me empeño en encontrar lo maravilloso de las pequeñas cosas, invariablemente lo logro. Estoy convencida de padecer una mezcla de varias enfermedades raras y tener superpoderes.

Actualmente soy como la niña parada frente al estante de los juguetes en una tienda, mirando con los ojos bien abiertos todas las opciones, incapaz de decidirse se aferra una mano a la otra, con la felicidad en la punta de la lengua y temor por el tiempo que se acaba.

He llegado muy lejos, más lejos de lo que un día me imagine. Estoy orgullosa de mi y soy feliz.

Claro que no todo es miel en mi, Marcela. Pero de eso no estamos hablando, jaja.

+++++Eran las 11:58pm, todo estaba todo tranquilo. Mis padres dormían y yo, como siempre, seguía en la computadora y con la televisión al lado, la luz prendida. Todo normal.

De pronto y de a poco me fui haciendo conciente de un pequeño ruido que iba en aumento. Volteo hacia la televisión, nada, solo Flavor-Flav y sus amores. Miro la computadora, tampoco, el sonido aumenta se hace mas presente, como un chillido intermitente, la luz comienza a vacilar, se prende y apaga al ritmo de aquel sonido.

No se si correr, no se si voltear no se que es lo que pasa. Me quedo sentada, al borde del sillón con los brazos ligeramente elevados, preparada para cualquier situación.

Lo primero que hago es desconectar el cargador de la laptop (mi tesis es prioridad), rayos no, debo desconectar el cargador de la corriente eléctrica, me levanto y pienso "¿qué tal si me da toques?", lo olvido al recordar el archivo de mi tesis "prioridades Marcela, prioridades", lo desconecto, ¿sigo viva?..."si y coleando".

Y sin tener que pedir permiso un pensamiento irrumpe en mi cabeza, "la chingaderita del wireless, en la maaaaa...." corró para desconectarla, estoy justo ahí alzando mi brazo y de pronto se escucha una mini-explosión, el regulador se apaga y la chingderita tambien...."ahora si ya valio maaa...", huele a quemado, el sonido se sigue escuchando, la luz parpadea, no tengo internet y no se que sucede. Así que hago lo único que se puede hacer en estos casos.

Camino a paso rápido, paso por donde esta la computadora ahora sin vida porque no tiene internet, aprieto el paso ((porque diremos apretar el paso??)), abro la puerta, del otro lado esta oscuro pero se alcanza a ver la ventana entreabierta "mamaaaa algo esta pasando y no se que".

Ahora puedo ver mejor, mis papás miran por la ventana. "Veen Mar, peeero cooorrele", dice mi mamá.

Le hago caso, al llegar puedo ver un cielo iluminado de distintos colores, chispas saltan por todos lados, la luz del vecino parpadea y se escucha el sonido de algo que se quema, que se consume.

"¿Qué pasa?", "No lo sé, son cables se estan quemando, todos".

Y de un momento a otro, silencio. El cielo permanece por segundos iluminado y termina por apagarse, mis papás regresan a dormir y la luz vuelve a la normalidad.

Ahora estoy aquí sentada, sola, frente a mi computadora muerta ((porque una computadora sin internet pues esta muerta)), el cargador tendido el piso; así que apago la computadora y camino hacía mi cuarto.

En el camino puedo ver a mi chingaderita ((jeje)) del wireless, la conecto y .... ¡funcioooona!, al parecer mantenia un amorío con el regulador, el cual recibió la descarga completa así que su pareja no sufrió daño. Pero la desconecto, mas vale prevenir...que no tener internet.

Después de tan extraño suceso, la noche vuelve a su tranquilidad, nadie se pregunta que paso, nadie dice nada, y yo? no tengo internet ((por lo pronto)) y no que me queda más que dormir.

Estando acostada, sin sueño, empiezo a pensar "y si le sigo a la tesis", "y si vuelve a pasar y manda a la goma mi compu junto con el regulador"......"mi tesis es primero", "mejor hay muere".